Ahora sabemos que el paso del tiempo no es el principal causante de arrugas, manchas o falta de elasticidad, sino la exposición prolongada o sin protección a los rayos del Sol. Para hablar de esta cuestión, los dermatólogos utilizan un término preciso: fotoenvejecimiento.
Se trata de un problema cada vez más común, que no se toma en serio, quizá porque sus efectos no son inmediatos y el envejecimiento prematuro de la piel se produce después de muchos años de exposiciones solares. Los seductores bronceados, tomados entre los 15 ó 20 años, dejarán ver sus devastadores efectos más allá de la tercera década de vida.
Pero, mira como el sol daña tu piel, y por que es importante mantenerse protegida.
La piel se compone de tres capas: la epidermis, o capa externa, la dermis, o capa intermedia y el tejido subcutáneo, o capa profunda. La dermis contiene colágeno, elastina, y otras fibras que constituyen la estructurar la piel. Estos elementos dan a la piel un aspecto liso y juvenil – y estos son los dañados por la radiación ultravioleta (UVR).
Los UVR se componen de dos tipos diferentes de ondas, los rayos UVA y UVB. Cuando los rayos UV golpean la piel, los melanocitos luchan por producir melanina para depositarla en la epidermis. Este es el proceso que le da un bronceado, que es en realidad, una reacción de defensa contra la la radiación para que no penetre en la piel.
Los rayos UVB son más cortos que los rayos UVA y son el principal causante de las quemaduras solares. Los rayos UVA son responsables de gran parte de los daños que asociamos con el fotoenvejecimiento. Los rayos UVA penetran profundamente en la dermis, donde se producen los daños a las fibras de colágeno. Este daño provoca un aumento anormal de producción de elastina. Las cantidades inusuales de elastina inducen la producción de unas enzimas llamadas metaloproteinasas.
Estas enzimas, que reconstruyen el colágeno dañado, funcionan incorrectamente y lo degradan, determinando que la piel se reconstruya incorrectamente. Como este proceso se repite con la exposición de UVA diaria, la piel reconstruida incorrectamente forma arrugas, y la reducción de colágeno da como resultado a una piel atrófica y de aspecto envejecido.
La exposición continua al sol también puede causar manchas. Una mancha parduzca ocasionada por la edad en realidad es un lentigo – una pigmentación causada por la exposición al sol. Las manchas de edad aparecen generalmente en las manos, brazos, cara, y en la espalda en hombres.
Protegerse de las emisiones UVA y UVB es fundamental para minimizar daños futuros, y más a temprana edad: el 80% del daño ocasionado por rayos ultravioleta ocurre antes de cumplir los 18 años. Por este motivo, Los Laboratorios Alissi Brontë ha efectuando investigaciones para crear la mas alta gama de productos solares que reviertan y protejan a la piel de los efectos del fotoenvejecimiento.
La mejor manera de luchar contra el fotoenvejecimiento es a través de la prevención. La aplicación diaria de un protector solar con SPF de 15 o más a las zonas vulnerables al fotoenvejecimiento, no sólo ayudar a prevenirlo, sino que también puede revertir algunos de los signos existentes. Reducir la exposición a la radiación UV disminuye el riesgo a desarrollar cáncer de piel o una lesión pre-cancerosa.
Las recomendaciones de aplicación de los Laboratorios Alissi Brontë, son claras: hay que aplicar generosamente el producto antes de la exposición al sol y repetir con frecuencia, especialmente después del baño, de secarse con toalla o de sudar, con el fin de mantener la protección original. Si la cantidad de protector no es suficiente, se reduce el efecto de la protección.
Nosotros ya tenemos nuestra favorita. ¿Cual es la tuya?
Fuentes: The Skin Cancer Foundation- Sofía Montoya. Salud y Medicina