Sabemos que a partir de los 30 años se intensifica el proceso biológico de deterioro de la piel perdiendo hidratación, elasticidad, debilitando su función barrera…
Existen tres zonas clave donde da comienzo cualquier proceso de envejecimiento:
Zona del contorno de ojos: Los primeros signos de la edad ocurren alrededor de los ojos donde aparecen arrugas laterales conocidas como patas de gallo. También habrá una caída progresiva de las colas de las cejas y consecuentemente del párpado superior.
Zona del contorno de los labios: La siguiente zona afectada por el envejecimiento es la zona peribucal donde se produce una pérdida progresiva del perfil del labio, acompañado por la aparición de arrugas en el surco nasogeniano también conocidas como código de barras.
Zona del óvalo facial: La tercera zona afectada es el óvalo facial donde, con el paso del tiempo, se produce un descolgamiento debido a la gravedad.
Tenemos claro que no podemos frenar el tiempo, pero sí podemos decidir nuestra forma de envejecer centrándonos en la prevención. Por ello, debemos conocer los factores que pueden influir en el proceso del envejecimiento tanto innatos (genéticos) como externos también conocidos como exposoma (sol, contaminación, tabaco, estrés, alimentación, falta de sueño, temperatura).
El descolgamiento facial (coloquialmente “mejillas de bulldog”) ocurre con el paso de los años y está asociado a una mezcla de flacidez y pérdida de volumen.
Como hemos comentado, hay muchos factores que favorecen su aparición: genética, cambios de peso, pérdida de colágeno y deshidratación. Afortunadamente, podemos intervenir en la gran mayoría de ellos para prevenir su aparición. Por ejemplo, el uso rutinario de protección solar puede ser una forma de evitar el envejecimiento de la piel y, en consecuencia, el descolgamiento facial.
Consejos para prevenir el descolgamiento facial
- Limitar el uso del móvil. Mirar constantemente hacia abajo provoca que caiga la barbilla y favorece la papada. Además, la luz azul procedente de los dispositivos electrónicos favorece la aparición de arrugas y manchas.
- Dieta equilibrada. Los omegas 3 y 6 promueven la salud de la musculatura y elasticidad de la piel. La ingesta excesiva de azúcares provoca la glicación de proteínas dando rigidez a la piel. También es importante evitar las pérdidas de peso bruscas puesto que modulan negativamente la forma del rostro.
- Exposición solar. La radiación UV es capaz de destruir el colágeno directamente relacionado con la elasticidad y firmeza de la piel.
- Problemas dentales. Una posición incorrecta de los dientes provoca la sobrecarga favoreciendo la aparición de pliegues y la caída de las mejillas.
- Falta de sueño. Tiene un impacto negativo en la regeneración celular perjudicando la estructura facial.
- Estrés. Un estrés continuado dificulta la producción de colágeno necesario para mantener el tono muscular.
En resumen, podemos ralentizar el proceso siguiendo una dieta equilibrada, llevando un estilo de vida saludable y, en caso necesario, podemos ir más allá y hacer uso de los avances dermatológicos en forma de rellenos, bótox, hilos tensores y ultrasonidos.
Tu rutina en casa
Además de los tratamientos profesionales, podemos prevenir y/o reducir el descolgamiento facial con una rutina diaria para realizar en casa. Para ello, debemos elegir un producto cosmético de máxima calidad que ayude en la recuperación de la piel.
Tensine es nuestra colección con efecto lifting que ayuda a prevenir la flacidez de los tejidos para conservar la elasticidad de tu piel.
Específicamente Tensine Facial Oval Lift reafirma y eleva los tejidos de forma inmediata y duradera gracias a activos como:
- Ácido hialurónico: potente hidratante que devuelve la turgencia y elasticidad a la piel.
- Cafeína: favorece la circulación, devolviendo la luminosidad al rostro.
- DMAE: activo tensor que mejora la elasticidad y firmeza de la piel.
- Factores de crecimiento: aumentan la producción de colágeno y elastina.
- Silicio orgánico: promueve la producción de colágeno y elastina.
